lunes, 20 de febrero de 2012

DERECHOS DEL LECTOR

Derechos fundamentales del lector tradicional
  1. Derecho a no depender de un enchufe cuando vas a descubrir quién es el asesino, a no quedarte sin batería cuando la protagonista va a elegir entre sus dos pretendientes o uno de los personajes se enfrente a una operación a vida o muerte.
  2. Derecho a doblar el borde de la página para no olvidar que vas por la 72 porque el libro es tuyo y lo doblas por donde quieres y si no es tuyo, el derecho a utilizar un marcapáginas bonito que alguien te compró en uno de sus viaje o incluso confeccionó para ti con sus propias manos.
  3. Derecho a prestarle tu libro a un amigo/a para luego poder "destripar" la historia. Hablar durante horas sobre la carencia de ambientación de la novela, la tensión que genera el final y el tiempo que tardaste en leerlo.
  4. Derecho a leer en la playa. Porque en la playa hay arena el sol refleja y las olas llegan a veces a lugares insospechados, sin que por esas obviedades tú tengas que gastar dinero o simplemente prescindir de tu derecho.
  5. Derecho a alejarte por un rato de la tecnología y a olvidarte de etiquetar o comentar; a leer textos de más de 140 caracteres que no sean extractos de posts o entradas resumidas de un blog; a descifrar frases sin palabras subrayadas que enlacen directamente con un diccionario.
  6. Derecho a acudir a la biblioteca y a escoger un libro por la portada o por el lomo. Y el día que no aparece ninguno, preguntar a un bibliotecario, buscando en su figura el consejo de la experiencia.
  7. Derecho a esperar por leer un libro que te gusta.Porque está prestado. Porque aún no ha llegado a la librería. Porque a tu amigo se le olvida siempre llevártelo al trabajo. Porque aún nadie lo ha escrito aún. Entonces tendrás que comenzar a pensártelo. O no: escribe.
  8. Derecho a regalar historias. Pensar en una persona a la que quieras y acordarte de un título con el que podría sentirse identificada. Buscar una obra en la que alguno de los personajes se llama como ella. Dedicarle el libro.
  9. Derecho a perder el tiempo en una librería buscando títulos que has descubierto, por ejemplo, gracias a un amigo, a un anuncio, a una referencia en una revista e incluso ¿por qué no? a través de Internet.
  10. Derecho a tener una biblioteca personal en el salón de casa donde haya obras que te recuerden a unas vacaciones; libros que te hayan regalado por un cumpleaños; otros que recuperaste de casa de tu abuela; incluso algunos ejemplares que aún no hayas tenido tiempo de leer.
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martes, 14 de febrero de 2012

Servicio de orientación de Lectura (SOL)

El servicio de orientación de Lectura (SOL) es un recomendador de libros dirigido tanto al público infantil y juvenil, como a los adultos, con dos objetivos:
  1. Fomentar la lectura en todas las edades.
  2. Dar un servicio fácil y de calidad a quienes quieren relacionarse con los libros y la lectura.
Este servicio pretende ser un punto de encuentro donde se dan cita lectores y profesionales: niños, jóvenes, padres, profesores, bibliotecarios, libreros...

El Servicio de Orientación de Lectura es un recomendador de lecturas y no un buscador de libros.

lunes, 13 de febrero de 2012

Comenzamos el curso

El próximo lunes 20 de febrero comienza el curso de Web 2.0 y aplicación a la Lectura. Lo podéis encontrar en esta dirección. Como inicio de este blog, he encontrado en la cajamagica.net este texto de Carmen Ramos sobre la necesidad de la lectura, con el que estoy plenamente de acuerdo.(Lo he retocado ligeramente en los ejemplos de personajes traviesos, incluyendo algunos que nos resulten más conocidos a todos) Porque, como dice al final, no hay héroes sin lectores ni aventuras sin cuentos.

La fantasía es para siempre.

Leer es disfrutar de la fantasía de la literatura, de ese mundo extraño, unas veces cercano, y otras inalcanzable, que habita en las páginas de un libro. La literatura llena, plena de imaginación bien usada, es el mejor medio para conocernos y comprendernos.

Necesitamos personajes en los que reflejarnos, en los que mirarse para cumplir los sueños, con los que vivir aventuras o compartir inseguridades y miedos.

Los sueños cuentan historias que aún no se han escrito, para ello requieren de escenarios fantásticos para volar, reír, o simplemente pasear por un río de agua fresca que acabe convirtiéndose en una tumultuosa cascada de palabras traviesas.

Las palabras traviesas, con olores o sabores, corren por fábulas y leyendas, narrando mitos y realidades.

Los cuentos nos transportan a un universo mágico en el que no todo es lo que parece, pues a veces las lágrimas suenan a risa cristalina y las rosas huelen a mar, porque las escribieron con agua de un océano lejano lleno de algas oscuras y peces de colores.

En ellos hay puertas pequeñas pero por ellas pasan grandes historias, mas, tras las enormes puertas tal vez sólo encontremos un grillo diminuto que canta su canción a la luna en una noche tranquila abierta y perpleja, de rostro ceniciento como el cráter de un volcán apagado.

¿Y los colores? Los colores anegan las narraciones, pues hay Caperucitas Rojas, princesas Blancanieves, Cenicientas azules, Peter Pan verde…

Los sabores también quieren su protagonismo, pues, ¿acaso no hay casitas de chocolate? ¿Caminos de caramelo? ¿Castillos de merengue? ¿Zapatos de regaliz? ¿Osos de bizcocho? ¿Bicicletas de tiramisú? ¿Muñecos de jengibre?...

¿Y qué decir de la travesura?… si ella no existiera, tampoco lo harían Tom Sawyer, Daniel el travieso,Pippi Langstrumpf, el pequeño Nicolás, Zipi y Zape, los duendes, los elfos, Pinocho... Así que amemos los libros y las historias, porque…

… no hay héroes sin lectores, ni aventuras sin cuentos.

Leyendo conseguiremos que la imaginación, la magia y la fantasía, siempre estén a nuestro lado, así no podrán regresar jamás al reino oscuro del olvido.

Carmen Ramos